lunes, 2 de abril de 2012

Motivos para la esperanza

Informe Mckinsey 2012
http://www.mckinsey.com/locations/madrid/recentreports/pdf/Educacion_en_Espana_Motivos_para_la_esperanza.pdf

Informe interesante que nos dice que todo en eduación no es inversión sino que tiene que ir bien dirigida, que si es por inversión tendríamos que estar mucho más arriba en Pisa. Y esto lo enfoca hacia la esperanza, no nos tenemos que resignar, pues esto no es achacable al nivel del Pib, ni a la inmigración (sólo en un 16%), marca pautas hacia donde tiene que ir la educación, aboga por transparencia y accesibilidad a los datos de las evaluaciones, autonomía de centros y fortaleza de la figura profesional docente y de dirección.

Ahora, también nos dice que en los 20 sistemas ejemplares se dieron 3 factores, un informe, una crisis y un cambio político. El informe no sé si puede ser éste o habrá que trabajar más todavía (igual el included está más cercano), la crisis es lo más cierto que tenemos (si esta crisis de especulación puede tener algo que ver con la realidad) y el cambio político que hemos tenido en españa no está caminando en educación por un camino muy esperanzador,...

Lo que sí hay que reclamar con fuerza es un pacto de estado en educación.

informe Mckinsey 2007

http://www.google.es/url?sa=t&rct=j&q=&esrc=s&source=web&cd=1&ved=0CCgQFjAA&url=http%3A%2F%2Fwww.edu.xunta.es%2Fweb%2Fsystem%2Ffiles%2Fprotected%2Fcontent_type%2Ffile%2F2011%2F03%2F17%2Finforme_mckinsey_2007.pdf&ei=mZZ5T66ZGou5hAfa2MzIDQ&usg=AFQjCNGlFFMIIJoM2LpYMsf-4bUT-_FYgQ

Includ-ed. Actuaciones de éxito en las escuelas europeas


http://educacion.gob.es/dctm/?documentId=0901e72b81205e88

Sin duda un informe que tiene que guiar las acciones educativas, tanto a la administración, directores y directoras y otros miembros de la comunidad.

Unos comentarios:

 
El proyecto INCLUD-ED analiza qué estrategias educativas contribuyen a superar las desigualdades y a fomentar la cohesión social y cuáles generan exclusión social, presentando especial atención a grupos vulnerables o desfavorecidos.

Pág 30: “las investigaciones concluyen que la separación en itinerarios educativos antes de los 16 años genera desigualdades y que cuanto antes ser realiza, mayores son estas desigualdades. Esto sucede debido a que el alumnado escolarizado en los itinerarios con menor nivel académico por lo general recibe una instrucción de calidad inferior, y porque las opciones que se les brinda a estos y estas estudiantes para su reintegración en el sistema educativo y continuar con su formación son muy limitadas.”

Así pues una clave podría ser que se hacen separaciones posteriores a los 16 años, éstas sean exigentes y busquen siempre la continuidad. Se pueden hacer grupos adapatados a las necesidades de los alumnos/as, que sigan siendo exigentes, no tal vez con los contenidos curriculares, pero sí en cuanto a las competencias básicas. Esto va a depender de las expectativas de los profesores, si éstos se mantienen en la creencia que éstos alumnos/as tienen muchas capacidades para seguir aprendiendo, se pueden diseñar unos programas exigentes. Cuando se habla de adaptaciones curriculares, tenemos que acordarnos que el currículo es mucho más que los contenidos, en una adaptación se pueden cambiar metodologías, formas de aprendizaje, formas de evaluar,…, eso es adaptar el currículo y no sólo llegar a “mínimos”.

Pág 34: “La segregación del alumnado en distintos itinerarios también puede afectar alas posibilidades de acceso a la educación superior. Por ejemplo, algunos programas de de formación profesional fomentan el aprendizaje posterior mediante la especialización, reduciendo la influencia de contexto familiar. Sin embargo, dichos programas también pueden acarrear consecuencias negativas si los itinerarios disponibles para los alumnos y alumnas limitan sus oportunidades sociales y educativas en el futuro.”

Esto nos puede tocar especialmente a centros que nos dedicamos a los PCPI y formación para el empleo. Por ello en Peñascal tenemos claro que a la vez que la capacitación profesional, tenemos que fijarnos en aquellos requisitos que permiten progresar a la persona en su itinerario, por aquí entendemos las competencias básicas, ofrecidas desde un currículo flexible de la Educación Para Adultos. En la medida que nos ocupemos de esta formación permanecerán abiertos las pasarelas a la formación a lo largo de la vida.

Pág 37: “la segregación del alumnado en distintos itinerarios no responde a las necesidades del mercado laboral. En el pasado esto modelo sí se adecuaba a las necesidades sociales y económicas, ya que generaba, por un lado, alumnos y alumnas académicamente competentes y capaces de emprender estudios superiores y carreras profesionales y, por otra, alumnado que no estaba orientado hacia la formación académica, que se preparaba para incorporarse el mercado laboral. En aquel momento la economía necesitaba ambos grupos de trabajadores. Sin embargo, esta distinción ya no es válida para las sociedades del conocimiento actuales. Así pues, este modelo educativo no preparaba a todo el alumnado (especialmente a los y las que se sitúan en los itinerarios con menor nivel de exigencia) para dar respuesta a las necesidades a largo plazo del mercado laboral.”

Somos conscientes que el “diábolo de la formación” (muchas personas de baja cualificación y muchas de alta y escasas en las culificaciones intermedias), ha de pasar a un rombo. Para ello los programas ratonera, que no llevan a progresar en el sistema educativo no son válidos para este propósito.

Un comentario especial merece la enseñanza de segundas lenguas, para aquellas personas que no dominan la lengua vehicular de los aprendizajes curriculares, pues estas personas necesitarán un refuerzo en esta línea, no sólo en adquirir la lengua para integrarse socialmente, o laboralmente, sino que se  tendrá que hacer un esfuerzo especial en la enseñanza de la lengua como lengua de instrucción.

Pág 56: “Las acciones educativas de tipo inclusivo son aquellas que proporcionan el apoyo necesario a todo el alumnado, manteniendo el mismo tiempo un entorno de aprendizaje común y reorganizando los recursos disponibles.” “En clases heterogéneas no segregadas algunos alumnos y alumnas pueden encontrarse en una situación muy vulnerable si no reciben atención suficiente”

Cualquier heterogeneidad no vale, la escuela inclusiva no es inclusiva porque incluya a todos y todas, sino porque garantice el éxito. Incluir sí, pero dónde.

Pág 62: “En otras palabras, lo que realmente importa no es cuánto se gasta, sino en qué se emplea el dinero.” “los centros escolares probablemente no conseguirán mejorar el rendimiento escolar de forma significativa solo aumentando el nivel de inversión; también han de cambiar la forma en que se emplean los recursos dentro de las escuelas.”

Esta conclusión nos la avala el estudio de la auditoría Mckensey 2012.

Pág 70: “En consecuencia, resulta evidente que existen otros aspectos cruciales que nos conceden un margen de esperanza para el cambio. Uno de ellos es la idea de que el rendimiento escolar aumenta cuando los niños y niñas se exponen a una mayor interacción educativa y cultural con otros agentes sociales, especialmente con los miembros de la familia”.
Pág 72: “los niños y niñas solo alcanzan niveles elevados de desarrollo cognitivo cuando interaccionan con personas adultas –no exclusivamente profesorado- y con otros alumnos y alumnas de niveles más elevados.”
Pág 72: “según dichas teorías los educadores deberían centrarse en diseñar entornos de aprendizaje que fomenten unas interacciones favorables a un aprendizaje efectivo, siendo también un factor esencial el papel de la comunidad en los centros escolares.”

A parte de las comunidades de aprendizaje, también me recuerda a la estrategia “coasociativa” de Marc Prensky.

Pág 75: “La interacción del alumnado con el resto de los agentes sociales implicados en su educación influye directamente sobre su rendimiento escolar. Así pues, no solo es necesaria la formación del profesorado, sino también la formación de las familias y de otros miembros de la comunidad. Las teorías de reproducción social han considerado al nivel educativo de las familias como un factor determinante del fracaso escolar. Esta perspectiva no ofrece posibilidades para cambiar esta realidad. Desde una perspectiva más amplia, otras teorías, estudios e iniciativas han venido a demostrar que existen otros factores con una gran incidencia sobre los resultados académicos, como, por ejemplo, la participación de las familias y de otros miembros de la comunidad en
programas educativos. Esta participación fomenta la interacción cultural y educativa con el alumnado, lo cual contribuye a su vez al éxito escolar.”